Esta propuesta de juego que hoy te presento está dirigida a los más peques de la casa y son los saquitos sensoriales. Estos saquitos son especialmente indicados a partir que el peque aprenda a sentarse por sí solo ( 6/7 meses). A su vez pueden ser evolutivos, así que es ideal hasta los tres años aproximadamente si los vas adaptando. Gracias a ellos, tu peque descubre y reconoce su entorno a través de los sentidos y proporciona una experiencia sensorial diferente.
Esta idea de juego ya me rondaba por la cabeza desde que nació Martina pero como la mayoría de madres primerizas iba un poco estresada, todo se me hacia un mundo y priorizaba el poco tiempo disponible en otras cosas… así que esta vez no me quería quedar con las ganas y me he puesto manos a la obra para regalarselo a Pol, un amigo de Martina y Candela, de 8 meses.
Como mis habilidades para la costura no son muy buenas, este proceso lo ha realizado la iaia (abuela). Primero ha cosido los saquitos por tres lados, dejando uno de ellos sin coser para así poder rellenarlos con los diferentes materiales y una vez rellenado ha cosido el cuarto lado.
Si deseas que el saquito sea evolutivo puedes poner en uno de los lados una cremallera o velcro, esto te permitirá ir cambiando el material de dentro e ir adaptándolo a la edad de tu peque.
Cada saquito está relleno de un determinado material con el objetivo de estimular los sentidos. El saquito de color rojo con lunares está lleno de cascabeles y ayuda a estimular el oído. En el rojo a rayas encontramos eucalipto y en el estampado con manzanas café, así que ambos activan el sentido del olfato. En dos de ellos encontramos el mismo material: arroz, pero en este caso en diferentes cantidades facilitando así el desarrollo del tacto. El saquito verde de lunares también facilita el desarrollo del tacto ya que está relleno de guata. Hemos de tener en cuenta que el propio estampado y/o color de las telas por sí solos ya estimula el sentido de la vista.
Los materiales que he utilizado son solo una idea, para rellenarlos solo tienes que dejar volar tu imaginación….
En este caso yo he utilizado retales de telas que tenía por casa, pero si los has de comprar puede ser una buena idea que estos sean de diferentes materiales (algodón, terciopelo, saco, fieltro, etc) así el propio saquito de por sí ya será un estímulo sensorial añadido.
Para la presentación de la propuesta he comprado un cesto de fieltro no muy alto así Pol podrá acceder fácilmente a los saquitos y explorarlos sin dificultad.
Es ideal ofrecer poco a poco los saquitos sensoriales e ir observando el juego del peque. De esta manera le proporcionamos nuevos estímulos, ésto hará que tu peque continue interesándose por ellos y reforzando su aprendizaje.
Anímate a realizarlo, es una idea muy sencilla de hacer y posibilita un mundo de sensaciones y experiencias a tu peque. Yo ya he empezado a confeccionar unos saquitos para Candela.